El Doberman Ahogado.

Esta historia proviene de Australia. Cuenta que una pareja salió a beber, después de varias copas regresaron a su casa, encontrando a su perro Doberman ahogándose en la sala. El hombre se llenó de pánico y se desmayó, mientras que su mujer llamó a un viejo amigo, que era veterinario, para que atendiera a su mascota, llevándola hasta el consultorio.

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Después de dejar al perro, ella regresó a la casa y su marido se fue a acostar. Pronto recibieron la llamada del veterinario que le indicó a ella, con un tono histérico, que salieran de la casa lo más pronto posible. Sin motivo alguno, ellos bajaron las escaleras, encontrando a la policía en su puerta. La mujer les preguntó que qué había sucedido, a lo que respondieron que el motivo de la visita era porque su perro se había ahogado con un dedo humano, quizá de un asaltante que podía estar aún en la casa.

Las autoridades revisaron el lugar, encontrando al hombre inconsciente en una de las habitaciones.