Nuevas Historias

El Último Abrazo...


"Cuando vivía en mi ciudad natal me mudé de casa unas cinco veces antes de terminar en un lugar permanente. Una de esas casas tenía dos pisos y yo era la única que dormía en el cuarto de abajo. Una noche mi perro empezó a ladrar y se metió corriendo a mi cuarto, le ladraba a la puerta y no se le quería acercar para nada, me saqué de onda y revisé, pero no había nadie, así que decidí dormir. Momentos después me desperté sintiéndome incómoda, extraña y, sin motivo alguno, empecé a sentir mucho miedo. Me acurruqué de lado intentando dormir cuando, de pronto, sentí a alguien abrazándome y no podía moverme ni gritar. Sólo cerré los ojos muy fuerte y pensé en todos los rezos que me se hasta que me quedé dormida. Nunca supe quién me abrazó o que fue lo que pasó..."
- Kenya MIllán.


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